lunes, 27 de diciembre de 2010

Bulimia. La cara B.



Todos conocemos más o menos en qué consiste la bulimia. Una enfermedad de carácter psicoalimenticio que en la cuál los pacientes comen descontroladamente y después se sienten culpables y se provocan el vómito. El motivo no tiene por qué ser incondicionalmente la apariencia física, hay cuadros psicóticos con esta patología y personas que lo utilizan como autolesión, para castigarse por algo que creen que han hecho mal y no pueden remediar de otra forma que haciéndose daño.

Cuando las niñas (suelen ser principalmente mujeres adolescentes las que presentan esta "dolencia") comienzan a provocarse el vómito sea el motivo el que sea, no ven el peligro al que se exponen a largo plazo.

En el estómago, segregamos un "líquido" llamado jugo gástrico, compuesto principalmente por agua, ácido clorhídrico y sales de cloro y enzimas, peptidasas en su gran mayoría (las encargadas de degradar las proteínas). El estómago está protegido por una mucosa, que evita en gran medida que sea atravesado por este cocktail.

¿Qué ocurre cuando vomitamos?



Este líquido, que está en activo porque está digiriendo la comida, pasa al esófago, laringe y faringe, ni qué decir tiene que estos órganos carecen de una mucosa protectora frente a dichos compuestos. El pH del ácido clorhídrico activado por la pepsina es entre 1 y 2: no quema, achicharra, y las enzimas no distinguen entre "comida" y "células propias" por lo que nos estamos digiriendo. Éstas células (como todas) tienen una capacidad de regeneración limitada, si las forzamos a replicarse más veces de las que tienen programadas y a más velocidad, puede que con las prisas una por casualidad, mute y de lugar a una célula más beneficiosa en este ambiente: una célula no programada para morir, inmortal y al replicarse genere más copias inmortales de sí misma; niñas, tenemos cáncer.

Siento tener que decir que esto no es una probabilidad entre un millón, es bastante más frecuente de lo que se piensa cuando se empieza con estos juegos.

El estómago está formado por dos válvulas de cierre, el píloro y el cardias. El píloro da salida al intestino delgado donde los nutrientes se absorberán, el cardias en la entrada. Otra de las consecuencias de este "vicio" es que forzamos al cardias a abrirse en el sentido contrario al que está programado, de esta forma va "perdiendo fuerza" y llega un momento (no hace falta estar enferma un año, con las 5 primeras veces es suficiente) en que esa válvula deja de cerrar bien, siempre está medio-abierta, y aparece el reflujo: mal aliento, malestar y una quemadura constante en la base del esófago, si nos tumbamos después de comer ya ni te cuento, el ardor es insoportable.

Luego hay otras consecuencias químicas como la descompensaciones de iones, sodio potasio,color, calcio y magnesio principalmente, que causa una debilidad general, mental especialmente y la debilidad progresiva de los huesos y las articulaciones.

Lo que le ocurre a los dientes mejor no os lo cuento.

Estas para mí, son las principales pero hay bastantes repercusiones directas e indirectas más, podéis echarle un ojillo aquí

Ahora que ya he escrito la entrada, os confieso que tengo información personal suficiente para crear una Web Pro Ana y Mía, pero me parece rastrero, odioso, enfermizo y de mala persona utilizar conocimientos no para ayudar sino para arrastrar a otras niñas donde tú estás.

Si alguna vez conocéis a alguien que se encuentre bien tras haberse provocado un daño así, hacedla pasar por aquí, se va a negar a leerlo, pero un día, cuando le duela realmente la garganta, esté afónico/a, o haya escupido sangre y se haya asustado de verdad, volverá.

Siempre hay otras maneras.




1 comentario:

  1. Siempre un oasis, y con un toque personal muy interesante. Felicidades de un seguidor tuyo. El_voceras.

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